24 de marzo de 2011

¿Por qué aceptar la existencia de un Estado terrorista?




Palestina estaba ocupada, tenía un alto grado de educación y cultura, con granjas y mercados, con ciudades y pueblos, con carreteras y comercio y mucha interacción con el resto del mundo.
Esta tierra fue un refugio para los judíos que huían de la segregación. Antes de la guerra y el surgimiento del sionismo, árabes y judíos podían convivir pacíficamente en esas tierras, pero el sionismo, hasta entonces minoritario entre quienes practican la religión judía, había decidido que “por derecho divino” era precisamente Palestina donde habría de instaurarse el Estado de Israel la “tierra prometida”.
Las bandas sionistas recurrieron al terror contra la población palestina para apoderarse de sus tierras; contaron para ello no sólo con el beneplácito sino con el abierto apoyo del ejército inglés, que utilizó la mitad de todo su ejército para reprimir el levantamiento popular de 1936-39 que intentó frenar el despojo a que estaba siendo sometido y establecer su derecho a formar un país independiente.
En 1947, Inglaterra renunció al protectorado y dejó en manos de la ONU la “solución” del problema. La ONU, dominada por los intereses de las potencias vencedoras, no encontró otra solución que partir el territorio palestino para formar dos estados.
A los judíos que representaban apenas el 28% de la población, asentada en el 10% de la geografía palestina, les asignaba el 52% del territorio (y más del 78% de las tierras de riego) en tanto que a los palestinos, que constituían el 72% de la población deberían conformarse con el 48% del territorio y sólo el 22% de las tierras de riego.
Con esta resolución la ONU reconocía a una comunidad religiosa el “derecho” sobre un territorio (que ocupaba apenas en algo del 10%), a una comunidad que ni había nacido ahí, ni era mayoritaria y esto a costa del despojar a sus legítimos habitantes, los palestinos.
La resolución y el terrorismo antiárabe en las aldeas cruzadas por el ejército judío obligaron a exiliarse a partir de mayo de 1948 a más de 300 mil palestinos, la derrota de los Estados árabes en la guerra desencadenada por la Liga Árabe en esa fecha permitió a Israel extender su territorio y expulsar otros 700 mil palestinos, que se refugiaron en Jordania, el Líbano, Siria y Egipto.
Hoy en día la mayor parte de las personas refugiadas viven en Cisjordania, Gaza y los países árabes vecinos: Jordania, Líbano y Siria. Por lo que hay una expulsión sistemática de los palestinos, los cuales no tienen derecho a regresar a sus tierras y reclamar sus propiedades, destinados a vivir como refugiados desposeídos.

Actualmente el Estado de Israel Judío ocupa el 85% del territorio:
Superficie de la Palestina histórica: 28,203 km2.
Israel actual: 23,972 km2

Villas palestinas han sido transformadas en asentamientos judíos o terrenos agrícolas. Además, los palestinos disponen sólo del 10% de los recursos hidráulicos, Israel controla el 90% restante.
Por otra parte, han cortado los árboles de olivo de manera que nunca vuelvan a crecer, además de cultivos de calabazas y lechugas, ya que la agricultura representa un 60 por ciento de la economía Palestina. En lo que se refiere a los comerciantes locales, sus vehículos son detenidos a menudo durante horas en los puestos de control, estropeando su contenido bajo el sol. Los mercados están desierto por los múltiples bombardeos, o invasiones ocasionales de los tanques israelíes. A causa de esto, el desempleo sobrepasa un 70%.

Vivir en palestina es vivir en una prisión, sufriendo de injusticia y opresión.

La Franja de Gaza que sobresale desde Egipto hasta la costa occidental de Israel, ha sido indigente desde hace mucho tiempo, los refugiados que huían de sus hogares en Israel naciente en 1948 convirtieron el área de 620 kilómetros cuadrados en uno de los sitios más densamente poblados. En la actualidad la población excede 1.5 millones. Gaza ha estado cerrada al mundo y está bajo una total sofocación económica y social, controlada por vía terrestre, aérea y marítima.

Por otra parte, Israel es el principal aliado estratégico para controlar el medio oriente, región productora de petróleo. Y Estados Unidos lo apoya con 4 mil millones de dólares anuales.
Israel es el 5º país nuclear en el mundo. Posee entre 200 y 300 ojivas nucleares, es una superpotencia en la región. El ejército de ocupación controla todos los caminos y carreteras palestinas, por lo que todos los días el Estado de Israel pone en práctica su política de torturas.
Muestra de ello fue la “Operación Plomo Fundido” a fines del 2008 y comienzos del 2009, operación en la cual, mediante bombas de racimo y fósforo blanco, se masacró sin piedad a 1,300 palestinos, incluidos 412 niños, y se destruyeron 2,400 casas, así como 29 escuelas en la Franja de Gaza.
Para el 2010 el Estado de Israel demostró una vez más su capacidad de realizar las peores de las atrocidades: asaltando, en aguas internacionales, a una flota que llevaba ayuda humanitaria a Franja de Gaza.

Entonces, ¿Por qué el pueblo Palestino (y el mundo) tendría que aceptar un Estado que excluye, que ocupa militarmente sus territorios, que los hambrea, que los bombardea, un Estado militarista y fascistizado?

Por la liberación de su tierra y de su gente

¡PALESTINA LIBRE!

Lourdes García